Menu

Skip to content
  • Home
  • Quiénes somos
  • Videos
  • Contacto

Author: Ligia

e x p e c t a n t e

9 / 29 / 179 / 29 / 17

01

Hoy queremos compartir contigo un ejemplo que encontramos en la Biblia en donde se nos muestra la importancia de vivir una vida expectante. La palabra expectante se define en el diccionario como esperar con curiosidad o interés. Todas sabemos que los tiempos de espera no son los mas emocionantes, sin emgargo es necesario que cada una de nosotras aprendamos la diferencia entre esperar y estar expectantes.

Acompáñanos a leer en la Biblia acerca de un hombre llamado Siemón que se mantuvo expectante hasta ver la promesa de Dios cumplida:

En ese tiempo, había en Jerusalén un hombre llamado Simeón. Era justo y devoto, y esperaba con anhelo que llegara el Mesías y rescatara a Israel. El Espíritu Santo estaba sobre él  y le había revelado que no moriría sin antes ver al Mesías del Señor. Ese día, el Espíritu lo guió al templo. De manera que, cuando María y José llegaron para presentar al bebé Jesús ante el Señor como exigía la ley, Simeón estaba allí. Tomó al niño en sus brazos y alabó a Dios diciendo: «Señor Soberano, permite ahora que tu siervo muera en paz, como prometiste. He visto tu salvación, la que preparaste para toda la gente. Él es una luz para revelar a Dios a las naciones, ¡y es la gloria de tu pueblo Israel!» Lucas 22:25-32

Simeón esperaba con anhelo la promesa que Dios le habia hecho. El estaba expectante, su espera no era pasiva, era activa. Algo muy importante que encontramos en estos versículos es que Siemón era guiado por el Espiritu Santo. Cuando nosotras vivimos expectante nuestra oración no se detiene y es ahí en donde el Espiritu Santo nos toma de la mano y guía nuestros pasos, llevándonos a vivir experiencias emocionantes y sobrenaturales.

Siemón permaneció con una actitud expectante hasta que llego el día en que vió la promesa cumplida. Simeón estuvo atento a la voz y dirección del Espiritu Santo y, a pesar del tiempo de espera, confió en Aquél que hizo la promesa.

Hoy queremos retarte para que retomes esas promesas que están en la palabra de Dios y que aún no se han cumplido en tu vida o en tu familia. Queremos animarte para que juntas permanezcamos expectantes, para que juntas permanezcamos en Su palabra. Aprendamos a esperar de forma activa… ¡como niñas! Expectantes de lo que El ya hizo y esta a punto de revelar a nuestras vidas.

aprendiendo a esperar

8 / 19 / 178 / 19 / 17



pexels-photo-322819

Una de las cosas que más nos cuesta a todas las personas es esperar. No hemos conocido a nadie que se emocione en los tiempos de espera. La mayoría de veces sucede todo lo contrario, las personas se ponen de mal humor, se enojan, inquietan o desesperan. Seamos sinceras, todas sabemos que los tiempos de espera no son agradables; sin embargo, la Biblia nos enseña que debemos aprender a esperar en Dios. Recordemos que nuestros tiempos están sujetos a los tiempos de Dios y, en los tiempos de espera, somos preparadas y moldeadas para  recibir lo que El tiene para nosotras. Cuando esperamos en Dios nuestra fuerzas serán renovadas! Mira lo que dice en Isaías 40:30-31

“Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”.

Es posible que en los tiempos de espera nos lleguemos a cansar… podemos dar lugar al desánimo, frustración, duda, etc. pero tenemos varias promesas que nos motivan y afirman para confiar en Su palabra. Una de esas promesas se encuentra en Romanos 5:5a en donde nos dice que “la esperanza no averguenza”.  Si Dios te ha dado una palabra, una promesa… ¡ESPERA EN EL! Mira lo que dice Su palabra en Números 23:19

Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?

Cuando Dios te da una palabra, una promesa, espera porque se cumplirá. Enfócate en El. Sus planes siguen siendo buenos y maravillosos y se cumplirán. Talvez no sucederá en tu tiempo o de la forma que tu habías planificado o esperado pero recuerda y descansa en esta palabar:

Tal esperanza [en las promesas de Dios] nunca nos decepciona, porque el amor de Dios ha sido abundantemente derramado dentro de nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. Romanos 5:5

¡Dios te ama!  El ha derramado su abundante amor dentro de tu corazón y nos ha dado como garantía el sello del Espíritu Santo.

Ustedes oyeron y creyeron la buena noticia de su salvación, que es un mensaje verdadero, y gracias a Cristo pasaron a formar parte del pueblo de Dios y recibieron el Espíritu Santo, que nos había prometido. Ustedes lo recibieron como prueba de que Dios cumplirá su promesa, cuando haya liberado totalmente a los que formamos su pueblo. Por eso, alabamos la grandeza de Dios. Efesios 1:13-14

¡Tenemos el sello del Espíritu Santo¡ El es nuestra garantía de que Dios, en su tiempo cumplirá todo aquello que El ha prometido y establecido. Si Dios, en su abundante amor, nos ha dado la salvación… ¿cómo no nos dará todas las demás cosas que El ha prometido? ¡Aprendamos a esperar! Aprendamos a tener fe y creer que lo que Dios ya ha preparado en lo sobrenatural será manifestado en lo natural en Su tiempo.

Sé paciente y espera las obras del Señor. Salmos 37:7a

¿puedes ver la nube?

8 / 5 / 178 / 5 / 17

pexels-photo-106606

En 1 Reyes 18:1 leemos lo siguiente: “pasados muchos días, vino palabra de Jehová a Elías en el tercer año, diciendo: Ve, muéstrate a Acab, y yo haré llover sobre la faz de la tierra. Fue, pues, Elías a mostrarse a Acab. Y el hambre era grave en Samaria”.

El profeta Elías escuchó la palabra y creyó que se cumpliría. Es por ese motivo que en 1 Reyes 18:41-45 encontramos un relato impresionante que muestra cómo la oración y la fé de un hombre hizo que la promesa de Dios se manifestara y pusiera fin a un tiempo de sequia.

Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye. Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas. Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces.  A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje. Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia. 

Te compartimos tres puntos que deseamos dejar en tu corazón para que podamos meditar, aprender y poner en práctica:

  1. Nuestra perspectiva será puesta a prueba: en el proceso de espera… ¡CONFÍA! En 1 Reyes 18: 1 dice “pasados muchos días”.  Luego, en 1 Reyes 18:41-45 leemos: “y él subió, y miró, y dijo: no hay nada”.  En un capítulo encontramos varias “pruebas” o “tiempos de espera” que el profeta Elías tuvo que atravesar; sin embargo, la reacción y postura que tomó nos enseña acerca del nivel de confianza que tenía en Dios y en Su palabra.  Aprendamos a tener la perspectiva correcta.
  2. En medio del proceso nuestra fe será fortalecida: permite que tu fe crezca. Dale espacio a Dios para que forme tu carácter y te haga depender totalmente de El.
  3. Permite que Dios ponga en tu vida Su perspectiva: en medio de cada proceso es importante que podamos ver lo que Dios ve, tener Su perspectiva nos ayudará a mantener nuestros ojos puestos en El, confiando en Su promesa y en Sus tiempos.

Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa. Hebreos 10:23

¿Puedes ver la nube?  Recuerda que… ¡Si Dios lo dijo, El lo hará!

Aprendiendo a ganar

7 / 22 / 177 / 22 / 17

pexels-photo-411207

¿Alguna vez escuchaste la frase “aprendiendo a perder para ganar”? Esta frase es bastante común y, lamentablemente, muchas personas la han aceptado en sus vidas como una verdad. Sin embargo, como hijas de Dios, tenemos la oportunidad de aprender a ganar sin perder. Con El de nuestro lado nunca perdemos… aun cuando pareciera que estamos perdiendo… porque El está en control!

¿Cómo aprendemos a ganar? Aprendemos a ganar cuando:

  • … rendimos nuestra voluntad por Su voluntad
  • … rendimos nuestros pensamientos por Sus pensamientos
  • … rendimos nuestros planes por Sus planes
  • … rendimos nuestros sueños por Sus sueños

El proceso de rendición no es sencillo, pero cuando entendemos que es necesario para alinear nuestras vidas con lo que Dios, desde antes de la creación, predestinó para cada una de nosotras, reconoceremos que estamos ganando!

Ganamos porque nuestra voluntad no se compara a Su voluntad. Ganamos porque nuestros pensamientos, planes y sueños no se comparan a los Suyos! Al rendirnos ante Dios somos posicionadas para recibir todo aquello que El preparó, aún antes de formarnos, para cada una de nosotras en este tiempo.

Es nuestra oración que juntas podamos reconocer todo aquello que debemos rendir para que aprendamos a ganar. ¡Recuerda que con Dios nunca perdemos! ¡El es fiel, El está en control!

un regalo inmerecido

6 / 17 / 176 / 17 / 17

01

A todas las mujeres nos gusta recibir regalos, un regalo es una forma de expresar nuestros sentimientos a las personas. La mayoría de nosotras hemos recibido regalos de cumpleaños, navidad, del día del cariño, etc. pero, ¿alguna vez recibiste un regalo inmerecido? Usualmente recibimos regalos por un motivo especial o una celebración, sin embargo, recibir un regalo sin motivo no es muy común y menos recibir un regalo inmercido! Un regalo inmerecido es aquel que no merecíamos pero igual lo recibimos. La gracia de Dios es un regalo inmerecido. Nuestro Padre Celestial, en su infinita misericordia y amor, nos dió el regalo de la gracia.

“Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte. Efesios 2:8

En este versículo encontramos algo importante: no es por obras…! Lamentablemente, muchas de nosotras hemos leído y escuchado acerca de la gracia de Dios pero no hemos tenido la revelación de lo que es la gracia de Dios.  El mundo y el reino de Dios son completamente distintos, tienen distintos principios. El mundo te dice “no hay nada gratis, todo tiene un precio”… sin embargo, en el reino de Dios es todo lo contrario, “no hay que pagar, todo es gratis” ¡Jesús pagó el precio! Aún sin merecerlo, aún cuando no tiene sentido… tenemos Su gracia! Hoy queremos recordarte que se trata de El, no se trata de nosotras. El permanece fiel aún cuando nosotras no hemos sido fieles a El.

Y aunque no seamos fieles, Cristo permanece fiel; porque él jamás rompe su promesa. 2 Timoteo 2:13

… nosotras amamos a Dios porque El nos amo primero.  (Nosotros amamos porque El nos amó primero. 1 Juan 4:19)

… nosotras recibimos porque El ya lo entregó todo. (El que no negó ni a Su propio Hijo, sino que Lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también junto con El todas las cosas? Romanos 8:32)

… nosotras lo conocemos a El, porque El nos conoció primero. (Porque a los que antes conoció… Romanos 8:29a)

¡El ya lo hizo TODO! El ya lo entregó TODO! Es nuestra oración que puedas recibir esta palabra en tu corazón y que juntas podamos experimentar Su gracia, ese regalo inmerecido que con amor nos fue entregado.

¡aquí… ahora!

6 / 3 / 176 / 3 / 17

pexels-photo-196270

Estas semanas el Espíritu Santo ha estado inquietando nuestros corazones acerca de vivir alineadas a los tiempos de Dios. No solo debemos de reconocer los tiempos sino vivirlos. Nuestro tiempo en esta tierra es momentáneo, sin embargo es necesario que cada día podamos vivir de forma intencional, permitiendo que el Espíritu Santo sea quien dirija nuestros pasos para experimentar y vivir lo que de antemano El preparó para nosotras. Cuando le dijimos sí a Jesús, pasamos de tener una vida normal a tener una vida de aventuras. Cada día El tiene algo nuevo, algo único y especial para ti! Pero si vivimos mirando atrás, volteándo a ver al pasado, o mirando al futuro, deseando apresurar los tiempos, nos perderemos de vivir en el aquí y ahora.

¿Te pasó alguna vez en que anticipaste y anhelaste tanto vivir una etapa distinta a la que estabas viviendo?… ¿Cuántas de nosotras, mientras estudiábamos en la secundaria, deseábamos estar estudiando en la Universidad? ¿Cuántas de nosotras, mientras estudiábamos en la Universidad, deseábamos estar trabajando? ¿Cuántas de nosotras, mientras estábamos solteras, deseábamos estar casadas? ¿Cuántas de nosotras mientras estábamos casadas sin hijos, deseábamos tener hijos? Si te das cuenta, constantemente nos encontramos en el presente anhelando que pase este momento para iniciar otro, sin vivir, aprender, disfrutar y recibir lo que Dios tiene para nosotras aquí y ahora. Lo único seguro que tenemos, aparte del  Señor, es este momento, el aquí y ahora!

Permitamos que sea el Espíritu Santo quien nos guíe para vivir, aprender, disfrutar y recibir lo que tiene para nosotras hoy. Recuerda que: “hay un tiempo para todo”:

Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo: un tiempo para nacer, y un tiempo para morir; un tiempo para plantar,  y un tiempo para cosechar;  un tiempo para matar,  y un tiempo para sanar; un tiempo para destruir,  y un tiempo para construir;  un tiempo para llorar, y un tiempo para reír; un tiempo para estar de luto, y un tiempo para saltar de gusto; un tiempo para esparcir piedras, y un tiempo para recogerlas; un tiempo para abrazarse, y un tiempo para despedirse; un tiempo para intentar, y un tiempo para desistir; un tiempo para guardar,  y un tiempo para desechar; un tiempo para rasgar, y un tiempo para coser; un tiempo para callar, y un tiempo para hablar; un tiempo para amar, y un tiempo para odiar; un tiempo para la guerra, y un tiempo para la paz.  Eclesiastés 3:1-8

Aprendamos a disfrutar cada momento y cada etapa… y recuerda que este momento pasará y no regresará. Nuestro tiempo en la tierra es momentáneo, permitamos ser moldeadas y transformadas para cuando lleguemos a nuestro destino: la eternidad. ¡Que nuestro tiempo en la tierra sea un tiempo de preparación, un tiempo de aprendizaje, un tiempo de aventuras de la mano del Espíritu Santo! El tiene lo mejor para tí, no busques más… solo déjate guiar y permite que sea El quien nos enseñe a vivir en el aqui y ahora. El pasado quedó atrás y el futuro está en las manos de Dios. Rindamos el control de nuestra vida a Dios por completo y permitamos que sea El quien nos ayude a vivir cada día descubriendo lo que El tiene para cada una de nosotras. Rinde tus planes, rinde tus preocupaciones, rinde tus frustraciones, rinde tus sueños, rinde tus logros, rinde tus anhelos y reconoce que El está en control… ¡aquí y ahora! El está contigo… ¡aquí y ahora!

¿Quién es Dios para tí?

5 / 20 / 175 / 20 / 17

pexels-photo-356079

Si el día de hoy alguien te preguntara “¿quién es Dios para tí?” ¿cuál sería tu respuesta? Estamos seguras que cada respuesta será diferente y es probable que tu respuesta esté relacionada con una experiencia en donde conociste quien es Dios para ti. Por ejemplo, si en el pasado atravesaste dificultades económicas y experimentaste la provisión sobrenatural de Dios en tu vida, negocio y familia, seguramente tu respuesta será que Dios es tu proveedor o talvez atravesaste momentos de dolor y angustia y experimentaste la paz de Dios, seguramente tu respuesta será que Dios es tu paz. Si atravesaste alguna enfermedad y experimentaste un milagro de sanidad, seguramente tu respuesta será que Dios es tu sanador.

Sin embargo, talvez al leer estos ejemplos piensas que tu no has tenido ninguna experiencia con Dios, pero si tan solo prestas atención y meditas en Su palabra sabrás que Dios es tu creador y el hecho de que tengas vida hoy te permite experimentar y testificar de Su poder. Dios es tu Salvador y el hecho de que haya entregado a Su único Hijo por ti te permite experimentar Su salvación. Y así, podrás encontrar muchos más ejemplos acerca de quien es Dios.  Te invitamos para que puedas meditar en Su palabra y permitas que sea el Espíritu Santo quien te guíe, muestre y revele quien es Dios.

En 1 Juan 4:8 leemos que “Dios es amor” y en 1 Corintios 13:4-7 encontramos la definición de lo que es el amor y, si sustituímos la palabra amor por Dios, leemos lo siguiente:

Dios es paciente, es bondadoso. Dios no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. Dios no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

Te invitamos para que puedas pasar tiempo en Su presencia y experimentar Su gran amor por tí. Descansa en esta palabra: Dios te ama! Dios es paciente, Dios es bondadoso, Dios todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta… ¡esto y mucho más es tu Dios!

¡Ven a mi!

5 / 6 / 175 / 6 / 17

01

Hoy queremos recordarte que las respuestas que estás buscando se encuntran en Jesús. ¿Estás cansada? ¿Estás agobiada? ¿Necesitas descansar? Hoy Jesús te dice: ¡Ven a mi!

»Vengan a mí los que estén cansados y agobiados, que yo los haré descansar. Acepten mi enseñanza y aprendan de mí que soy paciente y humilde. Conmigo encontrarán descanso.  Mi enseñanza es agradable y mi carga es fácil de llevar». Mateo 11:28-30

Muchas veces corremos a otras personas en lugar de correr a Aquél que es el camino, la verdad y la vida. En este versículo lo primero que nos dice, después de hacernos la invitación, es “acepten mi enseñaza”. Es curioso como muchas de nosotras nos sometemos a otras cosas (dietas, cursos intensivos, clases de música, etc) pero a veces no estamos dispuestas a someternos a lo que Jesús nos quiere enseñar.

Hoy Jesús nos invita para que vayamos a El y aceptemos su enseñanza. ¡No hay mejor maestro que Jesús! ¡Todo lo que necesitamos se encuentra en El! En Jesús encontraremos lo que estamos buscando, El es nuestra solución, nuestra respuesta. En El encontraremos todo lo que necesitamos. ¡Jesús es la fuente de vida!

“… pero todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás. Esa agua se convierte en un manantial que brota con frescura dentro de ellos y les da vida eterna”. Juan 4:14

¡Vayamos a la fuente! ¡Corramos a El! ¡Bebamos de la fuente! ¡Probemos lo que El tiene para nosotras hoy! ¡Aceptemos y sometámonos a su enseñanza! Hoy Jesús te dice: ¡Ven a mi!

¡NO TE OLVIDES…!

4 / 22 / 174 / 23 / 17

pexels-photo-31271

Todas tenemos más de alguna anécdota de momentos en los que nos hemos olvidado de algo. Seguramente a todas se nos ha olvidado, más de alguna vez, el lugar en donde dejamos las famosas llaves del carro, de la casa o de la oficina, ¿no es cierto? Algunas de nosotras tendemos a olvidar los nombres de las personas que conocimos por primera vez o las fechas de cumpleaños, aniversarios, etc. Y, aunque no lo querramos admitir, algunas personas somos más olvidadizas que otras.

Usualmente, cuando estamos distraídas, despistadas o apresurada, es cuando tendemos a olvidar. Casualmente, la definición de la palabra “olvidadiza” es: distraída, despistada, descuidada; sin embargo, el diccionario también incluye las palabras egoísta e infiel en la definición. Tal vez te preguntarás, ¿cómo se relacionan las palabras egoísta e infiel con la palabra olvidadiza? Al leerlo la primera vez pensamos lo mismo pero al meditar en ello podemos relacionarlo con lo que David experimentó:

  • Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él perdona todos tus pecados  y sana todas tus dolencias;  él rescata tu vida del sepulcro y te cubre de amor y compasión. Salmos 103:2-4(RVR1960)

David sabía que no podía correrse el riesgo de olvidarse de lo que Dios había hecho en su vida y, “literalmente” le ordena a su alma no solo bendecir a Jehová, sino también el no olvidar ninguno de sus beneficios.  David sabía que existía el riesgo de llegar a olvidar lo que Dios había hecho en su vida, Sus mandatos e incluso Sus promesas.

Este día queremos recordate esas mismas palabras: ¡NO TE OLVIDES…! No te olvides de tu Padre Celestial, no te olvides de tu Salvador, no te olvides de tu Señor, no te olvides de tu Sanadar, no te olvides de tu Redentror, no te olvides de lo que Jesús hizo por tí! No te olvides que cuando todo se haya terminado, solo Dios permanecerá. No te olvides que nuestro tiempo en esta tierra es pasajero pero nuestro tiempo con Papá será para toda la eternidad. ¡NO TE OLVIDES…!

¡Cobra ánimo!

3 / 31 / 173 / 31 / 17

01

Después con ánimo resuelto edificó Ezequías todos los muros caídos, e hizo alzar las torres, y otro muro por fuera; fortificó además a Milo en la ciudad de David, y también hizo muchas espadas y escudos. Y puso capitanes de guerra sobre el pueblo, y los hizo reunir en la plaza de la puerta de la ciudad, y habló al corazón de ellos, diciendo: esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él. 2 Crónicas 32:5-8

Hoy es un buen día para que creas en tu corazón esas mismas palabras:  ¡esforzaos y animaos; no temáis…! Dios está por tí, no contra tí. Tan solo acércate y escucha Su voz, conoce Sus planes y alinea tu caminar a Su voluntad. Estamos creyendo por un nuevo tiempo para nuestras vidas, pero será necesario tener una relación personal con Jesús para ser guiadas por El.  Debemos de conocer y tener la convicción de que Dios está por nosotros y no contra nosotros.  

Ezequías conocía quien era Dios, fue por eso que pudo cobrar ánimo y hablar al pueblo palabras de ánimo y esperanza.  Acompáñame a leer 2 Reyes 18:1-7 : Y aconteció que en el año tercero de Oseas, hijo de Ela, rey de Israel, comenzó a reinar Ezequías, hijo de Acaz, rey de Judá. Tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veintinueve años en Jerusalén. El nombre de su madre era Abi, hija de Zacarías. El hizo lo recto ante los ojos del Señor, conforme a todo lo que su padre David había hecho. Quitó los lugares altos, derribó los pilares sagrados y cortó la Asera. También hizo pedazos la serpiente de bronce que Moisés había hecho, porque hasta aquellos días los hijos de Israel le quemaban incienso; y la llamaban Nehustán. Confió en el Señor, Dios de Israel; y después de él, no hubo ninguno como él entre todos los reyes de Judá, ni entre los que fueron antes de él, porque se apegó al Señor; no se apartó de El, sino que guardó los mandamientos que el Señor había ordenado a Moisés. Y el Señor estaba con él; adondequiera que iba prosperaba.

Ezequías sabía algo que el resto del pueblo no sabía, conocía a Dios de una manera distinta de la que el pueblo le conocía. ¡Ve a la fuente! ¡Conoce quien es Dios! ¡El esta por ti y para ti! ¡Cobra ánimo…! Nuestra confianza y esperanza está en El.

Posts navigation

1 2 3 … 8 9 Next Page

Ella Es: Conectada! Regístrate en nuestro Newsletter

EllaEs logo

Buscar

Nuevo Artículos

  • En el desierto ¿Qué haces?
  • Pensamos con el Espiral hacia Arriba
  • Cuando Dios dice “NO” ¿Qué haces?
  • Gozo Inagotable!
  • Se llama Pasión

Archivo

  • marzo 2019
  • febrero 2019
  • abril 2018
  • marzo 2018
  • diciembre 2017
  • noviembre 2017
  • octubre 2017
  • septiembre 2017
  • agosto 2017
  • julio 2017
  • junio 2017
  • mayo 2017
  • abril 2017
  • marzo 2017
  • febrero 2017
  • enero 2017
  • diciembre 2016
  • noviembre 2016
  • octubre 2016
  • septiembre 2016
  • agosto 2016
  • julio 2016
  • junio 2016
  • mayo 2016
  • abril 2016
  • marzo 2016
  • febrero 2016
  • enero 2016
  • diciembre 2015
  • noviembre 2015
  • octubre 2015
  • septiembre 2015
  • agosto 2015
  • julio 2015
  • junio 2015
  • mayo 2015
  • abril 2015
  • marzo 2015
  • febrero 2015
  • enero 2015

Categorías

  • Ayuno
  • devocionales y ayunos
  • Fe
  • Identidad
  • Noviazgo
  • Santidad
  • Uncategorized
  • Videos

Login

  • Autenticación
Site made with ♥ by Angie Makes